Un bar de barrio reformado con un comedor privado, y donde se elaboraban menús previa reserva ,se hacía perfecto para una reunión de amigos. La atención personalizada y la tranquilidad de disfrutar de la privacidad de disponer una sala para ti y tus amigos, es genial.
El ARROZ me pareció muy sabroso, y el bogavante era generoso. Por ponerle un pero ,los espárragos no me parecen buena opción, sólo me gustan calientes, rellenos y gratinados, en un arroz no me gustan ,pero bueno esto es una opinión personal .Y en cuanto al guiso , hubo dos personas que no les gustó, ya que su concepción del arroz con bogavante, es seco y no caldoso como era este. Pero insisto el arroz me gustó, la atención estupenda ,y el vino ,un buen godello GUITIAN le convertían en la pareja perfecta para completar este arroz.
Completaba el menú, un entrante de ensalada de templada bacalao encima de una crema de verdura, con una muselina,gulas , patata y pimiento rojo. Correcto, y un postre de tiramisú, bonito pero parecía industrial, para mi lo más flojo.
En resumen: un buen lugar para disfrutar de una buena comida ,sin ser barato, al final te vas a 35-37€ pero la ventaja del trato exclusivo, y la familiaridad e intimidad que te da el comedor privado, lo convierten en un precio justo.
El MANIL es un estupendo lugar para terminar o empezar una buena jornada de domingo.
El Bar dispone de una buena selección de vermut preparados, cervezas y ginebras premiun.Así como de buenas raciones. La terraza es genial para controlar a los niños en la plazoleta en que se asienta este local.
En mi PRIMERA VISITA.
Excelentes los mejillones, sabrosa salsa roja, consistente con el toque de picante justo.
Estas imágenes son de mi primera visita.
Buena presentaciones en las raciones , me gustaron los mejillones, chipirones encebollados, gambas orly y callos, por ese orden .Los callos estaban ricos pero las patatas reducen la ración a patatas con unos pocos callos debajo. Los chipirones fueron un detalle de la casa, y estaban muy sabrosos, recordándome a los que prepara mi abuela.
las Gambas orly tenían un buen crujiente y quizás un poco de exceso de grasa .
Nos sorprendió la presentación y el buen precio de la ración.
La gamba no es de la calidad de la que utilizan en el BAR del PUERTO, que para mi es la de más calidad y fama de Santander , claro está que estas no son baratas.
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